Les dejo la nota:
| ¿Y el Cavernario, Blue Demon y el Bulldog? El Santo, ese gran desconocido en España No nos referimos al ex presichente Fox, que anda de gira artística por la que huele a caña, tabaco y brea, sino a ese otro santo de nuestra devoción que en los cuadriláteros forjó su leyenda. Ahí se supo que el Enmascarado de Plata no es necesariamente profeta en la tierra de los churumbeles. |
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| 5-Julio-07 | |
| Al Hijo del Santo se le conoce en muchas partes del mundo, aunque quedó claro que en España no. Fue detenido por la policía por circular con la máscara puesta en una moto que no conducía y hasta le pidieron que se quitara la capucha, en un país donde los que suelen llevarla son los terroristas de ETA. Un día antes, el Enmascarado de Plata había luchado a una caída contra Scorpio Jr. Se trató de una lucha de exhibición que dejó encantado al respetable que jamás había visto algo similar en Madrid. Al día siguiente el luchador llegó dos horas y media tarde al restaurante mexicano donde fue invitado para convivir con los comensales y enseguida se conoció el motivo de su impuntualidad. El propio Santo, quien apenas llegar saludó a uno por uno de los clientes, explicó que después de perderse por el centro de la capital –“por la mala educación del taxista”- esperó la llamada de uno de los dueños del restaurante para que éste fuera a recogerlo. Ya rumbo al centro, la policía se percató de una moto tipo Harley en la que viajaba un hombre enmascarado que, para acabarla de fastidiar, llevaba mal puesto el casco. Esto puso en guardia a los agentes, en una ciudad en la que está decretado el estado de alerta máxima por las amenazas de la banda terrorista vasca ETA. Los policías ordenaron que los dos mexicanos descendieran de la moto y cuando vieron al Santo con la máscara puesta lo miraron sospechosamente pese a que su plateada máscara no tiene nada que ver con la capucha blanca que usan los etarras. Sin perder la compostura, el Santo les explicó a los agentes que era un luchador que guarda su identidad hasta con algunos familiares y que le iba ser imposible acceder a su petición, es decir, a quitarse la máscara en pleno centro de Madrid. Pero la duda crecía porque en su pasaporte no coincidía el nombre de pila con el del Santo. Es más, los uniformados en algún momento tuvieron la sensación de que el ídolo de los niños y su robusto acompañante les estaban tomando el pelo. Incrédulos los policías miraban de arriba a abajo al Santo, les llamó también la atención la elegancia de su vestuario –saco, camisa y corbata impecables- y en sus manos una mochila Louis Vuitton. Pero nada de eso les valía a los guardianes de la ley que, incorruptibles, insistieron en conocer la identidad del enmascarado de plata. La desesperación de su impopularidad en España se fue acrecentando hasta que a su acompañante se le ocurrió la idea de buscar en los periódicos del día si había alguna crónica de la lucha de la noche anterior. Y así fue. Los policías entendieron, entonces, que el Santo era quien dijo ser y no un encapuchado vasco o un peligroso delincuente. Entendieron que se trataba del luchador mexicano al que terminaron por pedirle disculpas y autógrafos. “Quiero dejar bien claro que me encantó España, Madrid, donde no venía desde los 12 años cuando mi padre me trajo. Lo único que no me ha gustado es la mala educación de los taxistas, son unos mal educados. Ahora ya sé cómo se llamará mi próxima película: Santo contra los taxistas de Madrid, dijo el Enmascarado de Plata mientras brindaba con agua. | |
| José Antonio López, Madrid |
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