jueves, agosto 24, 2006

Segunda parte


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Me piden el dinero para pagar las habitaciones y la parejita desaparece tras la puerta 3.

El ex y yo nos quedamos mirando, y yo tome la iniciativa de cruzar la puerta que tenia un 2 pintado. En la habitacion habia un gran espejo, un pequeño baño y dos camas matrimoniales.

Sentia todas las piernas entumecidad de tanto tiempo ir sentada en la parte de atras de la camioneta. El cansancio se estaba apoderando de mis ojos y se estaban cerrando poco a poco. En si no creo que haya sido el cansancio, sino la sensacion de que todo habia valido. Sabia la que me esperaba, pero por ello, preferia no pensar, no sentir, no saber nada de lo que iba a pasar.

Me tumbe en la cama y senti como los resortes se me incrustaban en la espalda.
Me recoste sobre mi lado derecho y hasta entonces me acorde de que ahi estaba.
Mi ex me contemplaba fijamente. Su mirada era melancolica y a la vez incredula.

Yo .- Que, que me ves? No que estabas muy cansado? Ya acuestate, que mañana temprano nos vamos a ir de aqui. Ya sabes la que nos espera.

En eso el ex se acerca a la cama, se sienta en el piso y toma mi mano.

Ex.- niña.. nena, escuchame, porfavor. Te extraño mucho. En serio, te extraño!
Yo no te queria cortar. De verdad! pero es que E y M me dijeron que tu me estabas poniendo el cuerno. Pero, perdon!. no les debi creer!!! perdoname por favor. Te quiero!

En ese momento lo mire a los ojos y creo que le dije todo lo que le tenia que decir por la mirada. Retire mi mano y me gire.

Escuche como sus pasos se alejaban y unos sollozos comiezaron.

Opte por meterme a las cobijas y taparme con la almohada, para no seguir escuchando los lamentos. En ese momento no tenia cabeza para nada o mas bien, para todo. Todo giraba en mi mente. La expulsion, la huida, las letras que le escribi a mis padres, la ida, la gasolina, los gritos, los llantos, los silencios.

Toda la noche escuche esos sollozos y el como me susurraban un Te quiero.

No se a que hora salio el sol y ni siquiera si dormi. Solo se que nos despertaron tocando la puerta como desesperados y salimos a ver que pasaba.

El encargado del "motel" nos indicaba que el tiempo habia pasado y que teniamos que desocupar la habitacion.

Nuestros compañeros de viaje, ya tambien habian sido advertidos y salieron con sendas sonrisas de su alcoba. Todo lo contrario a nosotros, que traiamos cara de muerto fresco y muerto fresco borracho.

Cargamos todas nuestras chivas, y comenzamos nuestro viaje de retorno.

El cansancio me vencio y me dormi todo el camino. Ya cuando desperte, estabamos entrando al DF. Al parecer no fui la unica que se perdio. Alguien me habia utliizado de almohada y por ello traia mi pierna derecha dormida.

Se me hizo eterna la espera a llegar a la casa del dueño del vehiculo y saber que ahi nos esperarian nuestros padres.

Llegamos a la casa del conductor y nos recibieron sus padres. No hubo reclamos, no hubo gritos. Solo nos hicieron sentarnos en la sala, para esperar a los respectivos padres.

Recuerdo perfectamente esa mirada, de la mama de M. Ahi estabamos mi amiga E y yo en el sillon. Cuando derrepente que ella me pega en las piernas y me dice:

E .- Cierra las piernas guey o cruzalas, por que esta viendo que tienes las piernas medio abiertas y ya anda creyendo que te saliste de la pastorela*.

Suena el timbre y comienzan a llegar nuestros padres.

Asi como llegaban, se quedaban a hablar. Parecian los grandes amigos y que estaban organizando una fiesta. Salieron los refresquitos y las botanitas. Todos estaban super alivianados.

Ya habian decidido que, ya que nos habian expulsado de la escuela, verian la forma de que nos aceptaran en la escuela de M. Lo malo, es que la escuela era un trasatlantico y dudaban mucho que asi se consiguiera una buena universidad, pero el chiste era arreglar el desmadrito de los niños.

Todo estaba muy tranquilo, hasta que llegaron mis padres. Ellos no llegaron con aires concilatorios, ellos solo fueron por su hija. Ellos no habian aceptado la idea de que yo entrara a la escuela de M, ni que siguiera consecuentandolos.

Y ahi comenzo la discusion, donde entre los padres se echaba la culpa, cual pelota caliente. Todos sus hijos eran unos santos y no habian sido capaces de planear algo asi.

Mis "amigos" se lavaron las manos y les aparecio una aureola en la cabeza, con lo cual me converti en el diablo de pastorela. Sus padres los abrazaron y formaron una gran estampa para recrear el pesebre. Total que yo seguia dentro de la pastorela.

Mis padres terminaron optando por terminar la discusion y partieron con su hija.

****

Despues de unos dias, yo retorne a la escuela de donde me habian expulsado, tras pedir disculpas al director y de recibir como castigo, unas cuantas horas extras de clase.

Mis amigos si entraron a la escuela de "M" y se desaparecieron.

Y yo... y yo..... y yo creo que desde ahi, el arbol se torcio.



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salirte de la pastorela* .- Se dice asi cuando una mujer dejo de ser virgen. ( ya saben forma de hablar en chilangotitlan )

3 comentarios:

Alex dijo...

Pues ni tan torcido Mali, ya ves, donde estas ahora. Y en cuanto a tus "cuates" como dice el dicho, ms vale sola que mal acompan~ada, no? (y que bueno que no diste tu bracito a torcer con el ex!! eso me gusto mas!! :D)

Anónimo dijo...

Me gusta, me gusta tu manera de relatar... hacía mucho que no podía darme una vueltita por aca, pero a pesar de ello, de repente vuelvo...
Un abrazo Mali

Jaime V. dijo...

Mali, excelente post, bueno, los dos. Ya te imagino allí junto con los otros jejejej; sin duda no se torció el árbol, pero también creo que ahí con ese acontecimiento, algo (o mucho) de tu vida cambió. Un abrazo.
PD. Ya lei tu mail, ya lo comentamos luego, quizá el año entrante (si el trabajo me lo permite) vuelva a España, solo que no en verano o al menos en canícula no jejejej. Nos vemos.